El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el gobernador de Idaho opinaron el martes sobre una operación del FBI en la que cientos de agentes federales, estatales y locales allanaron una instalación de carreras de caballos en el condado de Canyon por acusaciones de juegos de azar ilegales.
Casi 200 agentes federales, estatales y locales acudieron a las instalaciones el domingo para ejecutar una orden de allanamiento en el hipódromo La Catedral de Wilder. Según el FBI, cuatro personas fueron arrestadas el domingo y una quinta el lunes por la noche en relación con la investigación.
Decenas de personas más fueron detenidas el domingo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), incluyendo espectadores y niños que presenciaron las carreras. La oficina del gobernador de Idaho, Brad Little, confirmó el martes la asistencia de más de 400 personas al evento.
KTVB estuvo presente en el lugar durante el operativo del domingo, y la comunidad se reunió afuera exigiendo la liberación de los niños bajo custodia federal. Un comunicado de la oficina de Little decía, en parte, que “al ejecutar una orden de registro, es práctica común que las fuerzas del orden detengan a otras personas presentes mientras procesan la escena para garantizar la seguridad tanto de los civiles como de los agentes presentes y para preservar las pruebas”.
Además, el DHS confirmó que 105 inmigrantes indocumentados que asistieron al evento del domingo fueron detenidos y dijo que, en parte, estaba “desmantelando redes criminales en los Estados Unidos”.
Ninguna de esas 105 personas capturadas por agentes federales eran niños, según la oficina del gobernador.
La redada del FBI del domingo se llevó a cabo como parte de lo que describió como ” actividad ordenada por la corte ” en La Catedral Arena, ya que el propietario de la propiedad, Iván Téllez, enfrenta un cargo de realizar un negocio de juego ilegal según la ley federal, según una denuncia penal presentada el 15 de octubre en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Boise.
El FBI declaró en un comunicado de prensa que cuatro personas fueron arrestadas y acusadas de denuncias federales: Iván Téllez, de 37 años, de Wilder, Idaho; Samuel Bejarano, 37 años, de Nyssa, Oregón; Dayana Fajardo, 39 años, de Nyssa, Oregon y Alejandro Estrada, 56 años, de Buhl, Idaho.
Téllez y Orozco son residentes permanentes de Estados Unidos. Los otros tres arrestados, Fajardo, Estrada y Bejarano, son indocumentados.
De los 105 detenidos por agentes federales, algunos han sido liberados, mientras que los restantes fueron trasladados a lugares en Utah, Rigby y Burley, según una abogada de Ramirez-Smith Law. La abogada Nikki Ramirez-Smith afirmó que está trabajando con numerosos detenidos para asegurarles representación legal.
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