Defensores expresan preocupación por las ejecuciones violentas por fusilamiento en Idaho

Idaho comenzará a realizar ejecuciones por fusilamiento de presos condenados a muerte a partir del próximo año, a pesar de las preocupaciones sobre la ética del método.

Los legisladores aprobaron un proyecto de ley a principios de este año que convierte la muerte por fusilamiento en el principal método de ejecución en el estado a partir del 1 de julio de 2026. Solo otros cuatro estados permiten la muerte por fusilamiento, e Idaho será el único en el que sea el principal método de ejecución.

Los partidarios del pelotón de fusilamiento lo califican de rápido y preciso.

Robin Maher, director ejecutivo del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, dijo que este año se llevaron a cabo dos ejecuciones por pelotón de fusilamiento en Carolina del Sur por primera vez en Estados Unidos desde 2010, y en uno de los casos el verdugo falló.

“Las ejecuciones por fusilamiento son violentas”, argumentó Maher. “Son gráficas y sangrientas. Y parecen lo que son: el asesinato de otro ser humano. Será muy duro presenciarlo, y ese vívido espectáculo podría cambiar la opinión de algunas personas sobre la pena de muerte”.

Las ejecuciones en Estados Unidos han disminuido de forma constante desde su pico en 1999, aunque se ha observado un repunte en los últimos años. Maher destacó que la tendencia a largo plazo es la más significativa, señalando que solo tres estados son responsables de más del 60 % de las ejecuciones este año: Florida, Carolina del Sur y Texas.

Las autoridades de Idaho afirmaron que planean construir un pelotón de fusilamiento automatizado sin intervención humana, con un costo estimado de casi un millón de dólares. Maher señaló que nunca antes se había utilizado un sistema automatizado y que este genera mayor riesgo. Sostuvo que debilita la autoridad moral de quienes aplican la pena de muerte.

“La idea de que las ejecuciones son legales y moralmente correctas es incompatible con los intentos de deslindar la responsabilidad de quienes las llevan a cabo”, enfatizó Maher. “Creo que esto revela cierta duda por parte de los funcionarios gubernamentales sobre la pertinencia de aplicar la pena de muerte y de pedir a la gente que participe en las ejecuciones”.

Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, solo el 53% del público estadounidense apoya actualmente la pena de muerte. Maher señaló que el apoyo ha disminuido, en gran medida, porque los jóvenes se oponen a este castigo.

“Han visto muchos casos en los que personas inocentes son condenadas y no pueden obtener la reparación que les corresponde”, explicó Maher. “Existen crecientes dudas sobre el uso de la pena de muerte como un factor disuasorio significativo para futuros delitos, y existe oposición a su alto costo en muchas jurisdicciones”.

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