La relación entre la Casa Blanca y el alcalde de Nueva York, Eric Adams, comenzó a deteriorarse en privado antes de que Adams criticara públicamente la respuesta del presidente Biden a la crisis migratoria en la ciudad.
Adams había exigido más liderazgo de Biden en la gestión de la llegada masiva de inmigrantes, lo que generó tensiones. A medida que la crisis migratoria se profundiza en Nueva York, tanto la Casa Blanca como la alcaldía temen que la incapacidad para encontrar soluciones pueda convertirse en un problema político importante para los demócratas de cara a 2024.
Un año después de esos desacuerdos iniciales, Adams lideró un mitin en el que criticó la respuesta del Gobierno a la llegada de inmigrantes.
Aunque se están haciendo esfuerzos para superar las diferencias, la crisis migratoria en Nueva York sigue siendo un desafío importante y costoso que afecta tanto a la administración de Adams como a la presidencia de Biden.
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